π DAY


Este año hubo un π Day. Fue el 14 de marzo. En nuestra forma de señalar las fechas no puede existir un día Pi, pero sí en la forma anglosajona, donde el mes se pone antes del día: 3-14-15.

Con este motivo, Unaria Ediciones y en su nombre, su alma mater, Amelia Diaz, matemática de corazón, organizó  a nivel nacional un concurso de microrrelatos, de 500 caracteres como máximo y que contuviera  el número π. 

Como escritora de Unaria fui invitada a participar, y el reto era grande, pues a mí las matemáticas no me inspiran mucho, la verdad. Pero yo no me achico ante las dificultades, y emprendí una búsqueda de inspiración.

Lo primero que hice fue buscar la definición. Formaría parte del micro, eso lo tenía claro: "Pi es la constante que relaciona el perímetro de la circunferencia y la amplitud de su diámetro". 

De acuerdo, comencé a trabajar con ello. Una circunferencia, la amplitud de su diámetro... una circunferencia perfecta... una alianza... o la huella que dejó en el anular, que puede ser tan perfecta como su presencia... eso es... una historia de amor truncada...  

Creo recordar que eran las fiestas de la Magdalena cuando empecé a formar la historia en mi cerebro, antes de plasmarla en el ordenador. Fiestas... borracheras... personas que beben más de la cuenta y de repente se encuentran sentadas en cualquier rincón, compadeciéndose de su suerte... 

Y de repente se fueron fragando tres historias de amor. Y 500 caracteres, que antes de empezar se me habían antojado una tremenda extensión, se me quedaron muy cortos para contar estas tres historias. Fue un árduo trabajo, buscando sinónimos que ocuparan menos espacio, rogando a la editora que me permitiera pasarme un poco de la extensión, a lo cual me contestó que no podía ser, que todos debían cumplir los requisitos, de lo contrario habría protestas...

Y al final, lo conseguí. Tres historias de amor en 500 caracteres: una historia de amor platónico adolescente, una historia de amor truncada y una futura historia de amor que comienza en un encuentro casual...

Ese fue el proceso de creación de "π ", y valió la pena el esfuerzo, porque tras la deliberación de los distintos miembros del jurado, ubicados en varios puntos de España, me concedieron el primer premio, todo un honor para mi, visto el nivel de los demás participantes.

Este miércoles 30 de septiembre se celebró la entrega de premios y todos los escritores y escritoras asistentes, cuyos microrrelatos habían sido elegidos para formar parte de la recopilación, los leyeron, haciendo disfrutar al nutrido público con el ingenio y creatividad para contar esas pequeñas-grandes historias de 500 caracteres.

Este recopilatorio π Day no es un libro. El diseñador David Diaz Mundina, en estrecha colaboración con la editora de Unaria Ediciones, Amelia Diaz, creó un estuche con el tamaño aproximado de un CD, pero con surcos de vinilo, en color rojo, con los microrrelatos en forma de fichas, combinando los colores blanco y negro, muy manejable y con buena letra para leer.

Este no-libro está disponible para su venta en la Librería Argot de Castellón de la Plana, o en la página web de Unaria Ediciones: http://www.unariaediciones.com/u/catalogo/pi-day/ para los interesados que vivan en otros puntos de España o del mundo.

Como deferencia hacia mis lectores/as, a continuación encontraréis mi microrrelato, pero os aseguro que vale la pena leer todos los demás, de modo que os aconsejo comprarlo. Queda de maravilla como regalo, en serio. 
    
π


Le encontré ebrio y solo. Fue mi profesor. Yo amaba sus ojos azules y su entusiasmo por las matemáticas. Tocaba la cicatriz pálida que dejó una alianza en su dedo anular. Señalé la perfecta circunferencia.

- π 

- ¿Eh?

- La constante que relaciona el perímetro de la circunferencia y la amplitud de su diámetro.

Miró la huella de su alianza y sonrió.

- Chica lista. ¿Te casas conmigo?

Mi mente lógica, en cuya formación colaboró, decidió que su herida debía cicatrizar, mientras yo meditaba su propuesta...


Y eso es todo por hoy. Prometo que en breve retomaré el blog, largamente abandonado por acumulación de trabajo. Besos para mis lectores y lectoras y hasta la próxima entrada.