AUTORAS QUE PUBLICARON CON NOMBRE DE VARÓN

Louisa May Alcott: biografía y obra - AlohaCriticón Charlotte Brontë, Emily Brontë and Anne Brontë: Collected Works: Jane Eyre,  Wuthering Heights, and The Tenant of Wildfell Hall: Amazon.es: Brontë,  Charlotte, Brontë, Emily, Brontë, Anne: Libros en idiomas extranjeros

 Karen Blixen, alias Isak Dinesen, 1930 Fotografía de stock - Alamy

 El boicot a J. K. Rowling

 

Me hubiera gustado publicar esta entrada el día 8 de marzo, porque es una fecha del calendario para recordar a las mujeres que abrieron el camino hacia una igualdad que aún no es efectiva al cien por cien. Sus logros, conseguidos con sumo esfuerzo y sufrimiento, hoy en día nos parecen una cosa lógica y natural, pero no hace tantos años que una mujer puede abrir una cuenta corriente, comprar o vender propiedades, viajar al extranjero o sacarse el carnet de conducir... sin el permiso del padre o del marido. ¿A qué parece ridículo? Pues un poco más de tiempo atrás, una mujer no tenía derecho al voto... o como en el artículo que nos ocupa, no podía publicar su obra con su propio nombre.  

En siglos pasados, se consideraba que la literatura era una cosa de hombres. De hecho, era impensable que una mujer pudiera mostrar rasgos de inteligencia, pues era visto como una transgresión. Incluso las casas editoriales, que tradicionalmente trabajaban solo con hombres, hacían todo lo posible para evitar que una autora fuera publicada. Es por eso que muchas mujeres que deseaban escribir libros optaron por usar seudónimos masculinos.

Aunque hoy en día los tiempos han cambiado y las escritoras son aceptadas en el mundo literario, todavía hay casos de autoras que en el siglo XXI decidieron usar un nom de plume para poder tener mayor éxito. No hace tanto tiempo que esto le ocurría al mismísima J.K. Rowling, creadora de Harry Potter, que ocultó su nombre femenino bajo las letras J. K. porque su visionario editor pensó que los chicos no comprarían un libro fantástico escrito por una mujer. Bien visto, machote.

En fin, vamos a repasar unos cuantos casos de mujeres que no pudieron publicar sus obras con su propio nombre, por el hecho de ser mujeres. 

Era el 29 de diciembre de 1836 cuando una joven profesora, ilusionada con los poemas que había escrito, decidió enviar su mejor material a un referente de su época, el poeta Robert Southey, y pedirle su opinión sobre si creía que aquellos eran poemas dignos de ser publicados. Al cabo de tres meses le llegó su respuesta. Pero no era la que esperaba. No porque calificara negativamente su material. Aquello pareció algo irrelevante a ojos de Southey, quien centró su respuesta en otros aspectos. Decía: «La literatura no puede ser asunto de la vida de una mujer, y no debería ser así».

La profesora no se dejó vencer por la hostilidad de su “colega” y decidió publicar igualmente, bajo un seudónimo. Tal fue su éxito que hoy conocemos a aquella profesora como uno de los grandes referentes de la historia de la literatura: Charlotte Brontë

La audacia y talento de Charlotte sólo sería equiparada por su constancia. Su mayor éxito literario fue Jane Eyre pero sería reconocida no sólo como una de las mejores novelistas británicas sino también como una de sus mejores voces poéticas. Publicó bajo el nombre de Currer Bell, manteniendo sus iniciales. 

Otra hermana Brontë, Emily, destacó como pianista y poeta, así como el estudio de la naturaleza, por lo que su obra poética está repleta de observaciones sobre la naturaleza y de reflexiones filosóficas. En 1846 publicó sus primeros poemas, junto a sus hermanas y bajo el seudónimo de Ellis Bell. Publicaría su única novela, Cumbres borrascosas. Esta obra  ha llegado a formar parte de la cima de la literatura universal, siendo comparada por su maestría con nada menos que la obra de Shakespeare. 

La tercera de las hermanas Brontë y menos conocida, Anne, firmó como Acton Bell y la obra por la que la conocemos es Agnes Grey.

Amantine Aurore Dupin firmaba como George Sand. Bajo ese seudónimo se encuentra una mujer de fuerte carácter, una mujer que en una época de marcadas normas sociales se atrevía a vestir con ropa de hombre y que no renegó de la literatura pese a que no fuera “cosa de mujeres”.Fue periodista y revolucionaria, en el bando de la Asamblea de Versalles. Publicó Indiana (su obra más famosa, publicada en 1832), Lélia, El compañero de Francia, Consuelo, Los maestros soñadores, críticas culturales o textos políticos. Fue una autora muy prolífica y una voz muy destacada en su época, pero no por ello pudo publicar con su verdadero nombre.

Matilde Cherner fue una intelectual republicana, de ideas progresistas, marcada libertad de pensamiento y clara vocación ideológica, que comenzó publicando en periódicos locales y que no dudó en escribir sobre asuntos polémicos como la educación de la mujer, su acceso a la universidad, la prostitución o la monarquía. Su incursión en la literatura la hizo bajo el seudónimo de Rafael Luna y su obra más famosa se titula Ocaso y aurora.Escrita inicialmente como serial para la prensa, esta novela versa sobre la monarquía y el patriotismo, y muestra las consecuencias de los acontecimientos históricos en la vida privada de los personajes, especialmente en los femeninos.

Otras obras que salieron de su pluma fueron Novelas que parecen dramas (1877), Las tres leyes (1878) Ocaso y aurora (1878), María Magdalena: estudio social (1880), obras de teatro o su notable Juicio crítico sobre las Novelas ejemplares de Cervantes. Además de escritora fue también periodista.

Mary Anne Evans Se presentaba ante el mundo literario como George Eliot. Y fue una de sus mayores figuras de finales del siglo XIX.  Fue una autora prolífica y publicó obras como Adam Bede, El hermano Jacob, El molino junto al Floss, El velo descubierto o Middlemarch.

La novela Silas Marner, si bien no es la más famosa de la autora, sí nos ofrece los temas y motivos que fueron más representativos en el universo literario de “G. Eliot”. Se trata de una novela completamente psicológica, llena de emoción y complejidad aún teniendo un argumento en esencia sencillo, pero que la autora utilizará para describirnos con gran maestría la sociedad rural inglesa del siglo XIX. Un ejemplo de la más pura literatura clásica.


La literatura de Cecilia Böhl de Faber es considerada por la crítica como el vínculo entre el costumbrismo, la novela romántica y el realismo, aunque su papel tuvo que ser ocultado tras la fachada del seudónimo masculino Fernán Caballero. Este alias, formado por dos nombres masculinos, lo adoptó de la población del mismo nombre existente en Ciudad Real. Y aunque Cecilia pasó buena parte de su vida en España, su origen y recuerdos de infancia se encuentran en Suiza y Alemania.La gaviota sería su obra más famosa. Es la historia del triunfo y la desgracia de una joven dotada de una bellísima voz, Gaviota, que logra un éxito rotundo en los escenarios de Madrid y Sevilla y se enamora de un torero que morirá en la plaza. Bajo ese armazón argumental, los temas que trata Cecilia Böhl en su novela son el costumbrismo, el abandono de la tradición y la vida campesina en pro de una vida más cómoda. Un retrato completo de la sociedad española del siglo XIX. Un dato curioso es que Cecilia no se decidió a publicar su obra hasta que hubo enviudado por tercera vez y su precariedad económica fue tal que se vio empujada a probar suerte en la literatura. Hoy su obra La gaviota es una obra clásica de la literatura costumbrista.


El nombre de Louisa May Alcott es muy conocido, ya que su obra Mujercitas es un clásico imprescindible tanto en la literatura como en su adaptación cinematográfica además de haber sido una de las apuestas fuertes para los últimos Oscar, en la versión de la directora Greta Gerwig. Pero no todo fue tan sencillo. Louisa May Alcott, temiendo no ser tomada en serio si publicaba con su auténtico nombre, escribió sus primeras obras bajo el seudónimo de A. M. Barnard. Con ese alias escribió cuentos y lo que en la época victoriana se conocía como “relatos melodramáticos”, historias protagonizadas por personas ambiciosas que no dudaban en usar la venganza para saldar sus deudas. Se trataba de textos con un punto de vista poco común, con una fineza literaria extraordinaria y que trataban temas poco usuales como el adulterio o el incesto. De hecho en su gran obra Mujercitas hace mención a los relatos melodramáticos y Alcott escribe: “pueden resultar peligrosos para mentes pequeñas”.

Después de haber escrito muchos relatos, de distintos tipos y con éxito más que notable, es interesante observar que la autora luchara por publicar su gran novela con su auténtico nombre, quizás intuyendo la trascendencia que Mujercitas tendría para su carrera. Y para la historia de la literatura, finalmente.

Sidonie-Gabrielle Colette es una de las musas de la literatura francesa del siglo XX, más conocida en los círculos literarios con el nombre de Gauthier. Pocas mujeres eran aceptadas en la época en la Academia Goncourt. Colette llegó a presidirla. Sus inicios no fueron fáciles, sin embargo. Aunque escribía desde joven, ni siquiera llegó a usar un seudónimo porque su primer marido la suplantó y sus textos aparecieron firmados con el nombre de su primer esposo, Henry Gauthier-Villars, “Willy”. Con el tiempo le vino el justo reconocimiento y llegó a presidir la Academia Goncourt o a recibir la Legión de Honor francesa, siendo la única escritora en conseguirla. El fanal azul,  relata sus memorias. Es un libro plagado de sabiduría, herencia de una mujer que había acumulado un profundo conocimiento de la condición humana.

El nombre de Mary Shelley va indiscutiblemente ligado al de Frankenstein. Este relato significó el nacimiento de una de las criaturas más importantes del universo de terror y que aún hoy en día sigue siendo parte de nuestro imaginario colectivo. El nacimiento de este personaje no es menos interesante. Era mayo de 1816, un año en que la erupción de un volcán llenó la atmósfera de cenizas y no hubo verano, y Mary Shelley veraneaba en Villa Diodati, junto al lago Ginebra, en compañía del poeta Lord Byron, el joven médico John Polidori y su esposo el poeta Percy Shelley. Sin poder ejercer muchas actividades en el exterior por el tiempo desapacible, decidieron hacer una competición de historias terroríficas y de la pluma de Mary Shelley salió la criatura hoy todos conocemos, Frankenstein. Lo publicó bajo autoría anónima. La sociedad de aquel entonces dio por hecho que un relato tan terrorífico no podía haber sido escrito por Mary, sino que tenía que ser la pluma de su esposo Percy Shelley la que se encontraba tras aquel relato horrendo.  

Jane Austen publicaría su obra bajo anonimato, usó el seudónimo «A Lady», y fue una transgresora para su época, puesto que no solo no encondió, sino que destacó su identidad femenina. Una de las novelas más reconocidas del romanticismo es Orgullo y prejuicio. Su portada no lleva el nombre del escritor, tan solo dice: “Una novela en tres partes escrita por una dama”. Jane Austen, hoy en día, es considerada como un clásico de la literatura. Las protagonistas de sus tres novelas: Sentido y sensibilidad, EmmaOrgullo y prejuicio batallan a diario con un péndulo interno entre hacer lo que la sociedad espera de ellas y el liberalismo e identidad propia que, por más que las normas sociales dicten, no puede reprimir. Además, tenían un toque de ironía. 

Violet Paget.  A finales del siglo XIX y principios del XX, la autora francesa Violet Paget se consolidó como una de las escritoras prolíficas más respetadas de su época. Las obras de Paget eran un abanico de temáticas que destacaban los viajes, criticas de arte, música, cuentos sobre lo sobrenatural y ensayos que hablaban sobre el feminismo, la Primera Guerra Mundial y el liberalismo. Violet escogió el nombre Vernon Lee para firmar sus obras literarias. Sus novelas de fantasmas y espíritus son las más famosas.

Nelle Harper Lee creció en el sur de los Estados Unidos en la década de 1930, un periodo donde eran frecuentes los actos de racismo, las injusticias de clases sociales y la supresión del género femenino. La escritora publicó tan solo dos libros en toda su vida, sin embargo, uno de ellos Matar un ruiseñor, es considerado como uno de los más importantes de la literatura de ese país, ya que trataba los temas que afectaban directamente a esa región. Lee optó por utilizar su segundo nombre, Harper, para firmar sus obras, pues sonaba más varonil. Durante varios años, el público pensó que el autor era en realidad un hombre.

Alice Bradley Sheldon es reconocida como una de las escritoras de ciencia ficción más famosas de su época. Además, ayudó a romper los paradigmas que existían sobre la percepción entre la literatura masculina y femenina. En 1968, empezó a utilizar el seudónimo James Tiptree Jr.  Escogió James porque era uno de los nombres más comunes entre los hombres, mientras que Tiptree lo sacó de una botella de mermelada. Debido a las temáticas de sus libros, muchos pensaban que, en realidad, James era una mujer, sin embargo, Alice continuó usando el nom de plume (nombre de pluma) hasta 1976. Años después, en una entrevista, explicó la razón: “Un nombre masculino me parecía una buena manera de camuflarme. Sentía que un hombre pasaría más desapercibido. Había tenido demasiadas experiencias en mi vida en ser la primera mujer en una ocupación determinada”. Hoy en día, en honor al trabajo de Alice, en los Estados Unidos se otorga un premio a la mejor obra literaria del género de ciencia ficción o fantasía. El galardón lleva su nombre, pero el masculino “James Tiptree, Jr. Literary Award”.

La escritora danesa Karen Blixen fue candidata para recibir el Premio Nobel de Literatura en dos diferentes ocasiones. Años antes, bajo el nombre Isak Dinesen, publicó la colección de cuentos cortos Siete cuentos góticos. Vivió durante un largo periodo en Kenia e incluso aprendió a hablar suajili. Fue su experiencia en ese país la que la inspiraría a escribir una de sus novelas más recodadas Memorias de África. Isak Dinesen no fue el único seudónimo masculino que Karen usó; también firmó con el nombre Pierre Andrézel.

No solo las autoras en siglos pasados optaron por usar nombres de hombre como es el caso de Magnus Flyte, que en realidad es el alias utilizado por la dupla de escritoras Christina Lynch y Meg Howrey. Las mujeres adoptaron ese nombre en el 2012 para publicar su novela The City of Dark Magic. Ellas consideraron que utilizando un nombre masculino atraerían a lectores de ambos sexos.

Joanne Rowling - J. K. Rowling es la escritora más leída de todos los tiempos; es la creadora de la saga literaria de Harry Potter, la cual ha vendido más de 500 millones de copias a nivel mundial. El caso de la británica es paradigmático, pues al momento de la publicación de la primera entrega de la serie, la casa editorial le aconsejó a Rowling no utilizar su primer nombre Joanne, ya que consideraban que los niños no leerían un libro si sabían que estaba escrito por una mujer. En una entrevista, Rowling explicó la decisión: “En ese momento y, para ser honesta, si me hubieran dicho que debía llamarme Rupert, probablemente habría aceptado. Lo necesitaba”.En el 2013, volvió a utilizar un seudónimo, en esta ocasión, escogió el nombre masculino Robert Galbraith para publicar su novela para adultos y así poder evitar las comparaciones y las altas expectativas.

EL ORIGEN Y LA ACTUALIDAD DE LAS NOVELAS DE MISTERIO Y SUSPENSE


 

 ¡Hola, mis abandonados lectores!

He comprobado con gran tristeza que no visitaba mi blog desde 2019, y es que no me da la vida para nada. Aparte de esto, han ocurrido muchas cosas, como el espantoso año 2020, por ejemplo, que no ha sido bueno para casi nadie, salvo para un precioso miembro de mi familia que nació el día 1 de junio. Para él fue un gran año, y alivió mucho la tristeza y el desánimo de nuestro confinamiento, nos dio esperanzas y muchas ganas de que todo mejorara para vivir una vida normal junto a él.

Pero por desgracia, esto aún no ha acabado. Debemos tener precaución, mucho cuidado y cuidarnos para que termine esta pandemia. Y mientras tanto, pasamos bastante tiempo en casa, esta vez no confinados del todo, por lo que no me siento tan mal como el pasado año, y me he propuesto superar todos mis miedos, mis secuelas del confinamiento, que son varias, y van saliendo poco a poco, y para animarme, decidí volver a remitir mis obras a concursos y quitar las telarañas de mi pobre blog para estar con vosotros de nuevo.

Para mi regreso, he elegido un tema que me encanta. Lo preparé para dar una pequeña charla sobre el origen de las novelas de misterio y suspense, en algunos medios despreciadas, pero que tienen un sabor especial y tienen la virtud de sacarte de la realidad, muchas veces insoportable, y meterte en la trama para resolver un crimen, una desaparición o cualquier hecho que rompe con la normalidad de los personajes de la historia.

Os dejo con aquel estudio que me sirvió de base para la charla, y espero que os guste y os aclare alguna duda que pudierais tener sobre este subgénero de la novela que tantas obras ha generado: También os hablaré de algunos escritores actuales, unos más conocidos y otros menos, pero que escriben genial para mi gusto.


“Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad”. Arthur Conan Doyle

El término novela de misterio a menudo es utilizado como sinónimo de novela policíaca o de crimen, en la cual un detective (profesional o aficionado) investiga y resuelve un misterio criminal. A veces los libros de misterio tratan sobre crímenes que realmente acontecieron. Existen historias de detectives con un marcado elemento de realismo en las escenas de enfrentamiento y asesinato, que se adaptan al cine como películas de acción

La literatura de misterio también puede ser de carácter sobrenatural, en el cual la solución no tiene por qué ser lógica, e inclusive puede ser no exista un crimen que deba ser resuelto. Este tipo era común en las revistas de misterio de las décadas de 1930 y 1940.

Muchas veces este tipo de obras está ligada al suspense, que se define como la expectación que se crea ante el desarrollo de la trama de una obra literaria o una película y que mantiene al lector o espectador ansioso por saber lo que va a ocurrir.

Una de las primeras novelas de misterio fue Mademoiselle de Scuderi, del escritor romántico Erns Tadeus Amadeus Hoffmann, en 1819, sirvió de inspiración para Los crímenes de la calle Morgue de Edgar Allan Poe de 1841. Las novelas de Wilkie Collins, La dama de blanco y La piedra lunar, son consideradas dos de las obras maestras de este género literario. En 1887, el escritor Arthur Conan Doyle, admirador de Poe, creó al personaje Sherlock Holmes, cuyos misterios son los principales responsables de la gran popularidad de este género.

El género empezó a expandirse cerca del cambio de siglo con el desarrollo de la novela de diez centavos y al formato Pulp (Pulp es un término que hace referencia a un formato de encuadernación en rústica, barato y de consumo popular, de revistas especializadas en narraciones e historietas de diferentes géneros de la literatura de ficción, de manera similar a un cómic)

Diferentes publicaciones incluían en sus argumentos distintos géneros de la ficción como la ciencia ficción, la ficción de horror, suspense, acción, romance y fantasía en los que intervenían elementos de carácter lascivo como la violencia y el erotismo.

Los años veinte también trajeron a una de los principales autores de misterio de todos los tiempos: Agatha Christie, cuyo trabajo incluye los libros Asesinato en el Orient Express de 1934, Muerte en el Nilo de 1937 y la novela de misterio más vendida del mundo, el best-seller Diez negritos en 1939.

En sentido amplio puede hablarse de literatura fantástica o de fantasía desde los comienzos del hombre, en que se recitaban versos de carácter sagrado o épico, para pedir la benevolencia de los dioses o celebrar las gestas de los guerreros. En la literatura moderna se considera que comenzó con los cuentos de hadas y la fábula, géneros nacidos para aumentar la fantasía de los adultos más que la de los niños, aunque sus adaptaciones ahora se asocien a la infancia, por haberse endulzado y eliminado las partes más crueles de las obras.

Las obras El castillo de Otranto, escrita por Horace Walpole en 1764, y El diablo enamorado, escrita por Jacques Cazotte en 1772, están consideradas como las primeras novelas fantásticas. Algunos autores románticos que ya hemos nombrado, como Erns Tadeus Amadeus Hoffmann y Edgar Allan Poe, cultivaron el género, otorgándoles a sus relatos fantásticos un cariz de terror psicológico que habría de presagiar en cierto grado el descubrimiento del inconsciente (Freud se inspira en un relato de Hoffmann para su definición de lo siniestro) y la concepción contemporánea de la mente como creadora de realidad, dotándola de elementos fantásticos. Otros hitos en la historia de la literatura fantástica son Frankenstein o el moderno Prometeo (Mary Shelley, 1818), Drácula (Bram Stoker, 1897) o El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde (R. L. Stevenson, 1886)

Durante la transición del siglo XIX al siglo XX, el orden racional se ve sacudido desde todos los campos del saber: las ciencias humanas (Marx), la filosofía (Nietzsche), la psicología (Freud) e incluso la física (Einstein) cambian el concepto de realidad. Los escritores reaccionan de dos maneras: una corriente regresa a la literatura mitológica, como Howard Phillips Lovecraft, escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia ficción. Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), aún vigente. Su obra constituye un clásico del horror cósmico, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones) y Lord Dunsany (que utilizó tradiciones populares, la épica celta, el exotismo oriental y los elementos oníricos para fundirlos en un mundo intemporal. Sus historias de Espada y brujería, recogidas en volúmenes como La espada de Welleran (1908) o Cuentos de un soñador (1922), le convierten en pionero decisivo del género de la fantasía heroica)

Otra corriente de escritura fantástica introduce el fenómeno sobrenatural ya no como un inquietante misterio, sino como un elemento integrado con naturalidad en el mundo. Así, La Metamorfosis de Kafka empieza presentándonos a su protagonista como un insecto, sin que esto merezca ninguna explicación por parte del narrador ni haga tambalear la visión del mundo de ninguno de los personajes de la historia.

Otra manifestación del estilo neofantástico es el llamado “realismo mágico”, que fue denominador común de muchos de los escritores del boom hispanoamericano, y que tiene su principal referente en Gabriel García Marquez con su novela "Cien años de soledad".

Por su parte, la literatura fantástica ha creado un público y un sector editorial especializado, gracias al gran éxito de (además del mencionado Lovecraft) Robert E. Howard (uno de los creadores del subgénero conocido como «espada y brujería» y es mundialmente conocido por ser el creador de afamados personajes populares como Conan el Bárbaro, Kull de Atlantis y Solomon Kane), J. R. R. Tolkien (El hobbit y El Señor de los anillos), C. S. Lewis (Las crónicas de Narnia), J. K. Rowling (saga de Harry Potter), Terry Pratchett (quien aborda el género desde la parodia y la metaficción, destacando las treinta y cinco novelas sobre Mundodisco, un mundo plano sostenido por cuatro elefantes que, a su vez, se apoyan en el caparazón de Gran A'Tuin, la tortuga estelar. El escenario es medieval fantástico, aunque algunas partes del mundo están ambientadas en la era victoriana a lo largo de la serie. Los libros frecuentemente hacen parodias, o al menos toman ideas prestadas, de autores como J. R. R. Tolkien, Robert E. Howard, H.P. Lovecraft o William Shakespeare, y también de la mitología, relatos tradicionales y cuentos de hadas, utilizándolos a menudo para establecer paralelismos satíricos con temas culturales, tecnológicos o científicos actuales ) o George R. R. Martin (saga de Canción de Hielo y Fuego, llevada a la pantalla como Juego de Tronos).


Autores actuales.

Stephen Edwin King

Escritor estadounidense de novelas de terror, ficción sobrenatural, misterio, ciencia ficción y fantasía. Sus libros han vendido más de 350 millones de copias,1​ muchos de los cuales han sido adaptados al cine y la televisión. King ha publicado 54 novelas, siete de ellas bajo el seudónimo Richard Bachman, y siete libros de no-ficción. Ha escrito además alrededor de 200 relatos, de los cuales la mayoría han sido recogidos en colecciones de relatos.

Algunas de sus obras, escritas desde 1974 a 2018 son: Carrie, El misterio de Salem's Lot, El resplandor, Rabia, La danza de la muerte, La larga marcha, La zona muerta, Ojos de fuego, Carretera maldita, Cujo, El fugitivo, La Torre Oscura I: La hierba del diablo, Christine, Cementerio de animales El ciclo del hombre lobo, El talismán, Maleficio, Eso (It), Los ojos del dragón, La Torre Oscura II: La invocación, Misery, Los Tommyknockers, La mitad oscura, La Torre Oscura III: Las Tierras Baldías, La tienda, El juego de Gerald, Dolores Claiborne, Insomnia, El retrato de Rose Madder, Carrie, Desesperación, Posesión, La Torre Oscura IV: La bola de cristal, Un saco de hueso, La chica que amaba a Tom Gordon, El cazador de sueños, Casa Negra, Buick 8: un coche perverso La Torre Oscura V: Lobos del Calla, La Torre Oscura VI: Canción de Susannah, La Torre Oscura VII: La Torre Oscura, Colorado Kid (en que se basa la serie Haven), Cell, La historia de Lisey, Blaze, Duma Key, La Cúpula, Blockade Billy, 22/11/63, La Torre Oscura: El viento por la cerradura, Joyland, Doctor sueño, Mr. Mercedes, Revival, Quien pierde paga, Fin de guardia, Gwendy's Button Box, Bellas durmientes, The Outsider

 

 

Dan Brown

Amado por muchos y odiado por otros. Seguro has escuchado de las películas “El Código Da Vinci” y “Ángeles y demonios”, bueno estas películas están basadas en libros homónimos de Brown. Ha escrito nueve libros de los cuales siete de ellos pertenecen al género de misterio. Cinco de estos libros conforman la serie Robert Langdon, nombre del personaje principal que resuelve los enigmas, todos ellos caracterizados por tratar de resolver misterios antiguos e históricos como develar el misterio tras el famoso cuadro Mona Lisa, los secretos de la Iglesia Católica e incluso los acertijos de un libro (como sucede en su última obra “Inferno” con el clásico “La divina comedia” de Dante Alighieri).

Para sus seguidores se trata del nuevo maestro del thriller, pese a las críticas que ha recibido a causa de las inexactitudes reflejadas en sus libros como confusiones en datos históricos, fechas, etc. Hasta el mismísimo Umberto Eco lo critica. Sin embargo, estas críticas no han sido impedimento para la venta de cientos y miles de copias de sus libros convirtiéndolos en best-sellers.

Sus mejores escritos:

  • Inferno (2013)

  • Ángeles y demonios (2000)

 

John Ajvide Lindqvist

 Es un escritor sueco de novelas de terror. Tal vez lo recuerdes por su primer libro ”Déjame entrar”, una historia particular sobre vampiros que incluso tiene una película, la cual la protagoniza Chloë Moretz (que también protagonizó el último remake de “Carrie”). El estilo de este escritor se caracteriza por ser realista y muchas veces por incurrir a la psicología para generar otro tipo de miedo en el lector.

Ha escrito acerca de vampiros, zombies, fantasmas y trolls; sin embargo, no ha tratado estos monstruos de la forma clásica, sino que los ha reinventado, los ha moldeado para que parezcan más cercanos de lo que podríamos imaginar. Así, Ajvide siempre trata de que lo circundante a la historia que escribe sean personas reales con problemas reales, que de pronto tengan que lidiar con un problema más que no esperaban. Por ello, sus personajes realmente son atrayentes, son del tipo que necesitan vivir una situación que les impulse a abrazar el cambio, aunque ese cambio venga obviamente del “lado oscuro”. 

Sus mejores escritos:

  • Déjame entrar (2004)

  • Descansa en paz (2005)


James Herbert

Fue un best-seller del terror. Sus 23 novelas publicadas en 34 idiomas alcanzaron las 54 millones de copias vendidas en todo el mundo, unas cifras que lo confirman como figura destacada del género de terror, solo superado por el estadounidense Stephen King.

Se hizo famoso con su libro “La invasión de las ratas”, el cual sorpresivamente fue rechazado varias veces por editoriales británicas antes de su publicación. Con este libro encumbró su carrera y se convirtió en su trilogía más conocida junto con “El cubil” y “Demonios”.

Herbert torturaba a los personajes de sus novelas con tramas enrevesadas y sangrientas. La violencia explícita era una de las características más reconocibles en sus primeras obras, aunque poco a poco fue introduciendo más elementos de terror psicológico y presencias fantasmales.

Sus mejores escritos:

  • Trilogía de La invasión de las ratas

  • La oscuridad  (1980)


Joe Hill

Joe Hill es el seudónimo de Joseph Hillstrom King. ¿Te suena familiar su apellido? Pues sí, se trata de un King pues es el segundo hijo del famoso escritor, también de terror, Stephen King. Joe decidió usar este apodo para firmar sus libros justo por ello, para no ser reconocido por los lectores como hijo de King y tener mérito propio.

Entre sus libros más conocidos se encuentra ”Horns” (“Cuernos” en español), que tal vez lo reconozcas por la película del mismo nombre que protagoniza Daniel Radcliffe (actor que encarnó al famoso Harry Potter). Joe escribe sobre terror, fantasía y ciencia ficción, así ha publicado cuatro novelas y un comic (”Locke and Key” junto a Gabriel Rodríguez).

Sus mejores escritos:

  • Fantasmas (2005)

  • Cuernos (2010)

  • Nos4A2 (2013) 


Gillian Flynn

Esta escritora ha sido la revelación en las novelas negras (y eso pese a solo tener cuatro libros publicados). Sus dos primeros libros “Heridas abiertas” y “Lugares oscuros” han cosechado buenas críticas y  ganado varios premios nacionales, pero el que tuvo mayor relevancia fue su  tercer libro: “Perdida” (cuyo título original es “Gone Girl”). 

Este último libro fue un best-seller y fue la novela que destronó del puesto número uno de ventas a “Cincuenta sombras de Grey”. Y si te preguntas la razón del éxito de este libro, pues la respuesta es sencilla: Flynn encontró en este género una vía de escape para desarrollar la diversidad del sexo femenino y mostrarlo sin pudor. 

Sus mejores escritos:

  • Perdida (2012)

  • Heridas abiertas (2006)


Peter James

Es un escritor británico de novelas policíacas. Ha escrito 30 novelas, incluyendo la serie de thriller policíacos de gran éxito de ventas protagonizada por Roy Grace, el detective superintendente de Brighton. Además, James ha escrito espionaje, ciencia ficción y novela juvenil. 

Sobre su personaje principal Roy Grace, el protagonista de la serie que ha dado fama y reconocimiento, se puede decir que es un policía honrado y honesto, una buena persona con una vida rota por la desaparición de su mujer hace 10 años. James declaró para El País lo siguiente: “Me interesan los crímenes como enigmas que hay que resolver y me interesaba que mi protagonista tuviera uno propio. Quería romper con el arquetipo de policía con problemas con la bebida, que no es real, y con un matrimonio roto, que es un cliché gastado”. 

Por ello, para James sus personajes son lo más importante. Se confiesa un auténtico fanático del realismo y la verosimilitud, por lo que estrecha lazos profesionales y de amistad con varios oficiales de policía y psicólogos para dar forma a sus personajes y abordar de forma creíble obsesiones, venganzas y conflictos con los que sacudir a Roy Grace.

Sus mejores escritos:

  • Una muerte sencilla (2005)

  • Casi muerto (2007)

 

 

Peter Straub

Es un novelista, cuentista y poeta estadounidense especializado en el género de terror. Tal vez sea más recordado por los libros que ha escrito en colaboración con Stephen King (“Talismán” y “La Casa Negra”) que por sus propias novelas.

Sin embargo, se trata de un gran escritor dentro del género. Straub se caracteriza por su habilidad narrativa y exposición realista y creíble, así como incluir abundantes detalles en sus historias. Algunas críticas apuntan a que muchas de estas historias se van “por las ramas” y entreveran al lector, pero eso mismo es parte del estilo de Straub, sin descartar (obviamente) que todos los escritores tienen algunos libros mejores que otros. Habrá que leer para juzgar.

Sus mejores escritos:

  • Fantasmas (1979)

  • Casas sin puertas (1990)

  • Míster X (1999)

Poppy Z. Brite

Esta escritora, desde su primera publicación con 18 años, se ha convertido en una de las revelaciones del terror moderno. Brite, quien según sus propias palabras se consideraba “un transexual no operativo” (pues ahora ya es un hombre físicamente), comenzó a construir su trayectoria en base a relatos góticos y narraciones enmarcadas en el género del horror en las cuales predominaban los personajes homosexuales o de sexualidad ambigua, pero a partir del año 2000 decidió cambiar el perfil para elaborar novelas que le permitieran cultivar la comedia negra.

Sobre su estilo, es totalmente retorcido. Nos presenta todo un mundo al mismo estilo gótico. Además, sus personajes son singulares: hay andróginos que mantienen relaciones homosexuales o bisexuales, traviesos vampiros pansexuales, asesinos en serie, caníbales y hasta necrófilos. El tema sexual tal vez es lo que llama más la atención, así como la perversidad de algunos de sus personajes.

El 9 de junio de 2010 Brite anunció oficialmente que se retiraba del mundo literario en un mensaje titulado “I’m Basically Retired (For Now)” (Básicamente Estoy Retirado (Por Ahora)) en su Livejournal. En ese mensaje afirmaba haber perdido por completo la habilidad para interactuar con su obra y explicaba que asuntos personales eran en parte la causa.

Sus mejores escritos:

  • El alma de los vampiros (1992)

  • El arte más íntimo (1996)


AUTORES ESPAÑOLES

Carlos Ruiz Zafon

Autor de varios libros superventas, entre los que destaca La sombra del viento, ganadora de numerosos premios y seleccionada en la lista confeccionada en 2007 con los mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años.

Obras: La sombra del viento, El juego del ángel, El prisionero del cielo y El laberinto de los espíritus, tienen una dosis de elementos mágicos mezclados con la realidad con gran habilidad. Anteriormente en literatura juvenil: El príncipe de la niebla, El palacio de la medianoche, Las luces de septiembre, Marina y Rosa de fuego

Dolores Redondo Meira

Autora española de novela negra, autora de la trilogía del Baztán (El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la Tormenta),investigaciones sobre crímenes aderezados por elementos mágicos de la mitología propia de Baztan. Ganadora del Premio Planeta 2016 por la novela Todo esto te daré.

Javier Sierra

Primer y único escritor español (y hasta ahora el único) que ha entrado en el Top Ten de la lista de los más vendidos de Estados Unidos, ​con su obra The Secret Supper.

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Fue consejero editorial de la revista Más allá de la Ciencia y actualmente participa en diversos espacios radiofónicos y televisivos. Trabajó como redactor del programa de Telecinco Otra Dimensió y en la n, Publicó artículos de la revista Año Cero como en su libro Roswell: secreto de Estado, la autenticidad del Caso Roswell frente a la filmación de una aparente autopsia a uno de sus tripulantes rescatado en el lugar donde supuestamente se estrelló un ovni en Nuevo México, Estados Unidos, en 1947. Fue el director del programa semanal de televisión El otro lado de la realidad, en Telemadrid. Presentó el programa de Antena 3 El arca secreta. Es colaborador del programa de Cuatro Cuarto Milenio, presentado por Íker Jiménez, con la sección Obras Malditas, donde relata la historia de los libros censurados a lo largo de la historia. Dirige y presenta el programa televisivo para el Canal #0 de Movistar+ Otros mundos,

En 2017 obtuvo el Premio Planeta por su novela El fuego invisible, con el Santo Grial como eje de la trama.

Javier Quevedo

Nacido en Onda, autor de “El manjar inmundo”, una recopilación de cuentos infantiles para adultos, revisados desde una versión perversa, inquietante y cruda, escritos con una prosa ágil, que transporta a esos mundos oscuros, descubriendo la maldad que se encierra detrás de las personas, las leyendas y las tradiciones. Los duendes, las brujas, los vampiros nos acechan. La belleza puede esconder la mayor crueldad y degeneración. El amor a veces ingenuo es víctima del mal. Con esta obra obtuvo el premio Nocte en 2012 y fue nominado al premio Ignatus, de los más prestigiosos en relatos fantásticos. Próximamente presentará “Ojos verdes, negra sombra”, donde la magia también juega un importante papel en una trama situada durante la guerra civil española.

Emilio Bueso

Nacido en Castellón, está especializado en ficción especulativa (engloba los géneros de ficción con mayor grado de fantasía e imaginación, y específicamente, ciencia ficción, fantasía, terror, ficción utópica , distópica y apocalíptica. Tras ganar varios premios con sus primeras novelas de terror, (Qubo, Nocte, Libro2014, Celsius, ScifiWorld, etc.) pasa a ser considerado como uno de los nombres emergentes de la nueva ciencia ficción española.

Ingeniero de formación, fue coautor del soporte documental del servicio RAID del núcleo del sistema operativo GNU/Linux, y profesor de Sistemas Operativos en la Universidad Jaume I de Castellón, entre 2003 y 2011. Trabaja como responsable de tecnología en una institución interuniversitaria.

Obras: Transcrepuscular, Antisolar, Ahora intenta dormir, Extraños Eones, Esta noche arderá el cielo, Cenital, Diástole. Noche Cerrada.